09 octubre 2009
Señor Director de El Garinense:
Me tomo el atrevimiento para expresar mi bronca a través de su medio.
Bronca porque no quiero empezar a sentir que la carrera que elegí es la equivocada.
Bronca por que ahora ya no me levanto con ganas de ir a trabajar, cuando hace unos años atrás era un placer empezar mi jornada en la escuela 27.
Bronca porque cada día se hace mas pesado tener que recibir a un padre para conversar porque en lugar de venir a plantear una inquietud viene de manera intempestiva a maltratar al primero que se le cruza, empezando por el portero que lo recibe, siguiendo por la maestra y terminando con la Dirección.
El día martes 29 de septiembre estaba en la puerta de entrada y un señor que obviamente no se identifico, enojado por que la maestra de su hijo o nieto (en realidad no lo se) no se encontraba en la escuela, comenzó a propiciar insultos. Le solito que trate de modificar su lenguaje ya que estaban ingresando los chicos y literalmente comenzó a tratarme mal. Entre otras cosas me dijo que dejara el trabajo ya que, según el, no tengo vocación y me invito a que si no tengo vocación agarre una escoba. (Todo esto a los gritos delante de un montón de madres y padres inmutables, lo que significaría a mi humilde entender, que ellos pensaban lo mismo). Aclaro que el día 29 de septiembre se realizaron las elecciones provinciales del Consejo Federal de Educación, elecciones a las que los docentes estamos obligados a ir a votar, ya que si no lo hacemos nos corresponde una sanción de suspensión por 5 días. Lo que ocasiona indefectiblemente tener que faltar a un turno en el que trabajamos.
La única respuesta que atine a darle a este Señor, aunque Usted no lo crea, fue “usted no sabe lo que esta diciendo”, porque realmente me quede sin palabras. Mientras lo veía subirse a la bicicleta muy feliz por haber maltrato a la Vicedirectora de la escuela que casualmente el día anterior no se adhirió al paro, y que había optado ir a votar al mediodía y no perjudicar a las dos escuelas en las que trabaja, comenzaron a recorrer por mi cabeza flashes de los 15 años que llevo en la escuela 27. Recordando que este año no tengo inasistencias, pensando que podría haberme quedado en mi casa las veces que mi hija se enfermo, recordando las veces que agarre la escoba, como me pidió el señor, para baldear, barrer salones o las veces que preparamos la merienda. Los días difíciles del 2001 donde veníamos los sábados a prepararles arroz con leche a los chicos, porque la estaban pasando mal. Las veces que todas (maestras y profesores) juntábamos plata cuando alguna familia tenia serios problemas, para armar los festivales, para comprar pintura o pagar viajes. Flashes viendo como las chicas se cruzan al quiosco a comprar el lápiz o el cuaderno para alguno de sus alumnos. O cuando dejamos a nuestras familias por una semana para llevar a los alumnos de campamento, con la sola finalidad de dar oportunidades a los chicos a que no solo conozcan otros lugares, sino a que aprendan a convivir, a cuidar su mundo, a crecer con dignidad. Tantas cosas podría decirle a este señor que pone en duda mi vocación de docente.
Muchas veces me enojo con las maestras porque veo que ya no tienen las mismas ganas de años anteriores y por momentos creo entenderlas… los padres, NO LOS ALUMNOS, te terminan cansando. Antes cuando una maestra faltaba porque tenía un familiar enfermo los padres armaban cadenas de oración, ahora arman cadenas para insultarnos. Antes cuando pedíamos colaboración para pintar venían a ayudar a las maestras a dejar lindas las aulas para sus hijos, ahora veo a la maestra sola quedándose hasta las 7 de la tarde pintando para que sus alumnos tengan un lugar mejor para estudiar (muchas de esas veces, la pintura la compraron las mismas maestras). Ya no quedan ganas y las entiendo… aunque pienso también que no hay que aflojar…
Este señor tuvo la libertad de decir a los gritos que no tengo vocación. ¿Quien se cree que es para decirme eso? ¿Sabe quien soy? ¿sabe que a diario veo como crece mi hija y no se lo que es ir a verla a un acto escolar?, no poder ir a verla en su clase de danza ¿porque justo ese sábado tengo un bingo en la escuela? No haber podido estar en su acto de egresada porque estaba con los alumnos en Córdoba ¿CON QUE AUTORIDAD ES CAPAZ DE GRITARME QUE NO TENGO VOCACION?
Lamento enormemente que estén pasando estas cosas. Lamento enormemente que la sociedad haya cambiado tanto, hasta el punto de olvidarse el lugar que ocupan los maestros en el futuro del país.
No soy corporativista, ni mucho menos me rasgos las vestiduras por el sistema educativo, creo que hay muchas cosas que mejorar, creo también, que existen docentes que todavía no entienden que la escuela no es una fabrica y que estamos trabajando con personas, también muchos colegas que dan vergüenza, pero también se, que hay muchos que trabajamos a diario, que dejamos la salud y que hasta sacrificamos a nuestras familias con la sola finalidad de poder brindarles a los chicos algunas cosas que ni sus propias familias ni el estado pueden o quieren darle.
Entonces a ese Señor, que ni siquiera se quien es, le quiero decir que lo lamento por el, Pero que yo, Leticia Isabel Silva, SI TENGO VOCACION y seguiré agarrando una escoba para barrer, preparando la leche, denunciando a los padres violentos, trabajando los sábados y domingos, y que lo haré no por padres como Ud. sino por su Hijo, por los hijos de aquellos padres que ni se inmutaron cuando Ud. Me maltrataba y por aquellos padres que siempre están y acompañan.
Lo lamento Señor anónimo… esta maestra seguirá teniendo vocación a pesar de tener que soportar a padres como Ud.
Leticia Silva
Docente
DNI 20.715.193
Me tomo el atrevimiento para expresar mi bronca a través de su medio.
Bronca porque no quiero empezar a sentir que la carrera que elegí es la equivocada.
Bronca por que ahora ya no me levanto con ganas de ir a trabajar, cuando hace unos años atrás era un placer empezar mi jornada en la escuela 27.
Bronca porque cada día se hace mas pesado tener que recibir a un padre para conversar porque en lugar de venir a plantear una inquietud viene de manera intempestiva a maltratar al primero que se le cruza, empezando por el portero que lo recibe, siguiendo por la maestra y terminando con la Dirección.
El día martes 29 de septiembre estaba en la puerta de entrada y un señor que obviamente no se identifico, enojado por que la maestra de su hijo o nieto (en realidad no lo se) no se encontraba en la escuela, comenzó a propiciar insultos. Le solito que trate de modificar su lenguaje ya que estaban ingresando los chicos y literalmente comenzó a tratarme mal. Entre otras cosas me dijo que dejara el trabajo ya que, según el, no tengo vocación y me invito a que si no tengo vocación agarre una escoba. (Todo esto a los gritos delante de un montón de madres y padres inmutables, lo que significaría a mi humilde entender, que ellos pensaban lo mismo). Aclaro que el día 29 de septiembre se realizaron las elecciones provinciales del Consejo Federal de Educación, elecciones a las que los docentes estamos obligados a ir a votar, ya que si no lo hacemos nos corresponde una sanción de suspensión por 5 días. Lo que ocasiona indefectiblemente tener que faltar a un turno en el que trabajamos.
La única respuesta que atine a darle a este Señor, aunque Usted no lo crea, fue “usted no sabe lo que esta diciendo”, porque realmente me quede sin palabras. Mientras lo veía subirse a la bicicleta muy feliz por haber maltrato a la Vicedirectora de la escuela que casualmente el día anterior no se adhirió al paro, y que había optado ir a votar al mediodía y no perjudicar a las dos escuelas en las que trabaja, comenzaron a recorrer por mi cabeza flashes de los 15 años que llevo en la escuela 27. Recordando que este año no tengo inasistencias, pensando que podría haberme quedado en mi casa las veces que mi hija se enfermo, recordando las veces que agarre la escoba, como me pidió el señor, para baldear, barrer salones o las veces que preparamos la merienda. Los días difíciles del 2001 donde veníamos los sábados a prepararles arroz con leche a los chicos, porque la estaban pasando mal. Las veces que todas (maestras y profesores) juntábamos plata cuando alguna familia tenia serios problemas, para armar los festivales, para comprar pintura o pagar viajes. Flashes viendo como las chicas se cruzan al quiosco a comprar el lápiz o el cuaderno para alguno de sus alumnos. O cuando dejamos a nuestras familias por una semana para llevar a los alumnos de campamento, con la sola finalidad de dar oportunidades a los chicos a que no solo conozcan otros lugares, sino a que aprendan a convivir, a cuidar su mundo, a crecer con dignidad. Tantas cosas podría decirle a este señor que pone en duda mi vocación de docente.
Muchas veces me enojo con las maestras porque veo que ya no tienen las mismas ganas de años anteriores y por momentos creo entenderlas… los padres, NO LOS ALUMNOS, te terminan cansando. Antes cuando una maestra faltaba porque tenía un familiar enfermo los padres armaban cadenas de oración, ahora arman cadenas para insultarnos. Antes cuando pedíamos colaboración para pintar venían a ayudar a las maestras a dejar lindas las aulas para sus hijos, ahora veo a la maestra sola quedándose hasta las 7 de la tarde pintando para que sus alumnos tengan un lugar mejor para estudiar (muchas de esas veces, la pintura la compraron las mismas maestras). Ya no quedan ganas y las entiendo… aunque pienso también que no hay que aflojar…
Este señor tuvo la libertad de decir a los gritos que no tengo vocación. ¿Quien se cree que es para decirme eso? ¿Sabe quien soy? ¿sabe que a diario veo como crece mi hija y no se lo que es ir a verla a un acto escolar?, no poder ir a verla en su clase de danza ¿porque justo ese sábado tengo un bingo en la escuela? No haber podido estar en su acto de egresada porque estaba con los alumnos en Córdoba ¿CON QUE AUTORIDAD ES CAPAZ DE GRITARME QUE NO TENGO VOCACION?
Lamento enormemente que estén pasando estas cosas. Lamento enormemente que la sociedad haya cambiado tanto, hasta el punto de olvidarse el lugar que ocupan los maestros en el futuro del país.
No soy corporativista, ni mucho menos me rasgos las vestiduras por el sistema educativo, creo que hay muchas cosas que mejorar, creo también, que existen docentes que todavía no entienden que la escuela no es una fabrica y que estamos trabajando con personas, también muchos colegas que dan vergüenza, pero también se, que hay muchos que trabajamos a diario, que dejamos la salud y que hasta sacrificamos a nuestras familias con la sola finalidad de poder brindarles a los chicos algunas cosas que ni sus propias familias ni el estado pueden o quieren darle.
Entonces a ese Señor, que ni siquiera se quien es, le quiero decir que lo lamento por el, Pero que yo, Leticia Isabel Silva, SI TENGO VOCACION y seguiré agarrando una escoba para barrer, preparando la leche, denunciando a los padres violentos, trabajando los sábados y domingos, y que lo haré no por padres como Ud. sino por su Hijo, por los hijos de aquellos padres que ni se inmutaron cuando Ud. Me maltrataba y por aquellos padres que siempre están y acompañan.
Lo lamento Señor anónimo… esta maestra seguirá teniendo vocación a pesar de tener que soportar a padres como Ud.
Leticia Silva
Docente
DNI 20.715.193
Leticia Silva, mas que decirte que estamos con ud, yo tambien eh trabajado en un colegio no como docente y ya no hay respeto por nada ni nadie, y ya los padres estan mas mal educados o aprendidos como sus hijos, donde va ir estas generaciones no se pero NO BAJE LOS BRAZOS FUERZA Y ADELANTE NECESITAMOS GENTE COMO USTED, DOCENTES COMO UD.
Señorita Leticia usted tiene razon, ese señor no la conoce, mis sobrinos fueron sus alumnos y la adoran. todavia tienen los regalitos que usted le hacia para el dia del niño o la carpeta de trabajitos de primer grado. mis hijos no tienen la suerte de tenerla, pero la quieren como su visedirectora. ojala sea la directora de la escuela algun dia. Yo conoci dos directores en la 27 y la verdad que se necesita gente como usted que siepre esta con los chicos.
le pido perdon porque yo estaba ese dia y no dije nada, pero no piense que todos pensamos igualq ue ese hombre porque no es asi, usted es maestra de verdad. no pasa lo mismo con otras maestras de la ecsuela, pero es verdad con usted no se la tendria que haber agarrado.
Facundo y Eli la quieren mucho y aguante boca, dicen.
un abrazo
Señora Leticia:
La fuerza del pobre esta en su saber, no deje de luchar por la sapiensa de nuestros niños.Son ellos los que nos sacaran de este valle de desoportunidades, obtenida gracias a despotas poderosos que nos quieren burros e ignorantes, para hacernos creer que un gobierno popular es un gobierno pagano y de inseguridad tan solo porque no los deja robar como antes.
Apoyemos a nuestros docentes con alegria y certeza de que son nuestra esperanza y la de nuestros hijos.Demosle las herramientas para capacitarse y mejorar pero tambien saquemos del sistema a los corruptos he inmorales que usan como pantalla el ser docente y despues dejan demasiado que desear...y tenemos que desear lo mejor como ejemplo para nuestros hijos.
Gracias Señora Leticia y siga luchando por una educacion digna para todos.
GUSTAVO CORSICHE
gcorsiche@yahoo.com.ar