Escrito por: Alberto: www.elgarinense.com 01 octubre 2010

No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. Romanos 1:16
¿Avergonzarse del Evangelio?
¿Como avergonzarse de una buena nueva? El Evangelio (literalmente: la buena nueva) no está reservado a retrasados; el apóstol Pablo es un ejemplo de ello. Educado en la mejor escuela rabínica de su época, pudo dar testimonio de su total transformación mejor que cualquier otro, cuando Jesucristo lo encontró en el camino a Damasco (Hechos 9:1-22). Ese día ese campeón del judaísmo fue alanzado por el poder de Dios. Ese poder es capaz de tocar los corazones, cambiar y transformar completamente las vidas.
Dios no quiere aplastarnos, al contrario, quiere salvarnos en espíritu, alma y cuerpo. ¿Quién podría decir que no necesita salvación, liberación y perdón?
El Evangelio no está reservado a algunas personas en particular, sino que es ofrecido a todos, a usted y a mí. Ya que todos somos pecadores ante Dios, todos necesitamos a la salvación (Romanos 3:22-23).
Al empezar su ministerio en Galilea, Jesús decía a todos: "Arrepentíos, y creed en el evangelio" (Marcos 1:15).
Para ser liberados de nuestros pecados y recibir la vida eterna desde ahora mismo es necesario reconocerse pecador, arrepentirse y creer lo que Dios dice en su Palabra respecto a nosotros y a Jesús, el Salvador del mundo.
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en ese siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:11-12)
Extraído de La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
Para consulta enviar email: advriv_13@hotmail.com

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