Días atrás hemos podido observar como jóvenes pescaban anguilas en el Arroyo Garín, para luego consumir, según nos informaron.
Una de las cosas que nos llamo la atención, cuando cubrimos la limpieza del Arroyo Garín es la cantidad de anguilas que sacaba la pala, y debido a esto se encontraban en el lugar muchos jóvenes que se abalanzaban sobre el barro para poder agarrar a los escurridizos invertebrados que trataban de excavar infructuosamente y terminaban en una bolsa con destino a la cocina.
En diálogo con los jóvenes nos decían "son riquísimos, los fritamos y los comemos", clara alusión a que los freirian y en algunos de los casos eran más elaborados, ya que los enharinaban como marineras.También pudimos apreciar uno que otro bagrecito, esto marca que en el arroyo todavía hay vida acuática, a pesar de la mugre que se sacó del cauce de agua.