En el barrio Garín Oeste se encuentra un predio que pertenece a una unión vecinal, y que en la campaña de las últimas elecciones se decía que iban a hacer un polideportivo, pero nada de eso ocurrió, ahora los chicos del barrio se encargaron de limpiarlo y darle una utilidad.
El predio que esta ubicado en la intersección de las calles, España y Vicente López, estuvo en boca de los políticos en las últimas elecciones, donde decían que harían un polideportivo y una plaza en el lugar, como pasa generalmente, luego de las elecciones, el lugar quedó abandonado y quedaron a la vista los esqueletos vacíos de los juegos de la plaza y fue invadido por matorrales que impedían el uso del lugar.
Se hicieron muchos reclamos al municipio, que cayeron en sacos rotos, y todo sigue igual, no sorprende porque el área de deporte del municipio deja mucho que desear.
Viendo que las autoridades miran para otro lado, los mismos chicos del barrio Garín Oeste dijeron basta a la espera, y decidieron tomar las herramientas necesarias para cortar el pasto de la "placita", bueno el esqueleto de plaza, y realizaron una canchita de fútbol, para poder tener un lugar donde jugar a la pelota.
Este es un claro ejemplo de los mas chicos para los mas grandes, en este caso se revierte lo "Lógico", donde los grandes tienen que darle el ejemplo a los mas chicos y acá les están dando un ejemplo a los funcionarios los que realmente tendrían que darles respuesta a los chicos.
Estamos en época de elecciones, al menos por una cuestión de campaña, esperamos que los chicos del barrio, puedan tener el equipamiento de la placita del barrio, ya que los chicos del Cri Cri, no tienen un lugar donde poder disfrutar de su niñez en las clásicas placitas de juegos. En diálogo con un vecino del lugar, nos decía que están marginados, y se sienten discriminados, porque no obtienen respuesta de las autoridades, "el barrio tiene muy mala fama, pero a la hora de votar están siempre pidiéndonos los votos, para eso si somos todos iguales, a la hora de realizar cosas, somos el último orejón del tarro", concluía muy indignado este vecino.