En la semana santa año a año, se renueva la fe por Jesús, a lo que se realizan diferentes actividades y una de ellas es el vía Crucis, que este año fue el segundo consecutivo que se realiza desde el centro hasta uno de los barrios de la ciudad, a pesar de la tormenta que se desato en el momento del inicio, lo fieles acompañaron la peregrinación.
El pasado viernes Santo a las 17 era la sita, pero dio comienzo a las 17,40 hs. con la representación del juicio a Jesús en un escenario erigido frente a la Parroquia Santa Teresa, con una nutrida concurrencia que prestaba atención al relato en off, de parte de unos de los sacerdotes.
El tiempo iba desmejorando a medida que seguía el relato del calvario que debió vivir Jesús, cuando el que representaba a Jesús, dio el primer paso con la cruz a cuesta, sobre la calle Padre Perna, comenzaron a caer las primeras gotas y a escasos 50 metros de iniciada la caminata, largo una copiosa tormenta.
La pasión de Cristo esta más latente que nunca, ya que a pesar de la terrible tormenta, nadie, pero nadie dio marcha atrás, por lo contrario se iba sumando fieles a medida que la peregrinación se acercaba a destino.
La copiosa lluvia recién se detuvo cerca de las 18,30 hs. cuando se representaba la séptima estación, era emocionante ver a Alejandro Ibáñez quien representaba a Jesucristo, por su parecido.
Este es el segundo año consecutivo que se realiza esta representación que une a la Parroquia Santa Teresa del centro de la ciudad, con la Parroquia de Jesús Misericordioso del barrio San Javier, a diferencia de hace unos años que no se realizaba un acto unificado y cada parroquia realizaba su representación, este es un logro que se lo debemos al padre Francisco.
La peregrinación llego a
Jesús Misericordioso alrededor de las 19 hs. donde se encontraba un escenario con dos hombres crucificados en cada lado del escenario y en ese lugar llego la representación de las restantes estaciones, donde Jesús fue crucificado, y cuando fue sepultado y resucito de entre los muertos.
Se vivieron momentos muy emotivos y de enorme fe, marcando que la Pasión por Cristo esta latente e incrementándose día a día, con diferentes acciones que se realizan en las parroquias de la ciudad.