Nuevamente se realizo una ceremonia religiosa única, donde se realiza la ordenación de nuevos sacerdotes, en esta oportunidad estuvo presente el obispo y sacerdotes de diferentes ciudades.
El domingo a las 9 hs. en la Parroquia Jesús Misericordioso, ubicada en la calle Piedra Buena y calle 14 del barrio Cabot, con la presencia de mas de 600 fieles, dio comienzo la ceremonia de ordenación de tres nuevos sacerdotes.
La ceremonia estuvo oficiada por el Obispo Diocesano Héctor Cardelli, de la diócesis de San Nicolás, con la compañía del Padre Agustín Rosas, creador del Instituto Hermanos de Juan Bautista, el padre Josue, Israel, dos padres de la patagónia, dos de la diócesis de 9 de Julio uno de la diócesis de san Nicolás, el secretario del canciller, padre Joaquín y el párroco local, padre Francisco con el Diacono Permanente, Pedro Serrano.
Los nuevos padres son Salatiel de México, Hno Isaías de la ciudad de Montero de la provincia de Tucumán y Juan Cruz de la ciudad de Metan provincia de Salta, para esta ordenación llegaron familiares de los nuevos servidores de Dios.
Esta es una ceremonia muy atractiva, que ya se realizo por primera vez el pasado mes de agosto en la Parroquia Santa teresa, esta es la segunda ceremonia de este tipo que se realiza en Garín.
La ceremonia dio comienzo con, los familiares de los seminaristas en primera fila, todos los presentes vivimos una ceremonia muy linda y emotiva donde se pudo apreciar en su plenitud este tipo de ceremonia, donde el Obispo se dirigió en primera instancia a los futuros sacerdotes, diciéndoles lo importante y complicado de su misión de ahora en adelante, ya que el mundo esta muy cambiado y prevalece el consumismo y la globalización.
Luego se realizo la promesa ante el Obispo, para luego tirarse en el piso boca abajo, algo que algunos nunca antes habían visto, luego se realizo la imposición de las manos, para luego ser re vestidos con la casulla que los identifica como sacerdotes que fue seguido por un cerrado aplauso.
Las manos de los sacerdotes fueron ungidas con el Santo Crisma y envueltas con una cinta que luego cada uno se dirigía a donde se encontraban sus familiares, para que realicen un nudo, esto forma parte de la tradición.
Luego el Obispo les entrego el Pan y el Vino, con el cual oficiaran los oficios religiosos.La jornada festiva de los fieles religiosos, concluyo con un almuerzo en honor a los nuevos servidores de Dios, junto al Obispo, Sacerdotes, amigos y familiares de los agasajados.