Porque la sangre es necesaria todos los días.
Porque este elemento esencial para la vida sólo se puede obtener de personas dispuestas a ayudar a los demás.
Porque donar sangre es fácil y segura.
Recordá que en algún momento podes ser vos el que la necesites.
Todos de una u otra manera nos relacionamos con personas que en alguna oportunidad han necesitado una transfusión de sangre (por anemia, cirugía, algún accidente, transplante de órganos, etc.) y hemos colaborado personalmente o buscado un donante de sangre para esas circunstancias.
Como personal de la salud tengo la oportunidad de ver todos los días personas que se benefician con una trasfusión de sangre, pero a través de este folleto quiero contarles de un tipo de sangre especial, única que sirve para salvar a millones de personas y que fue ofrecida por un sólo hombre.
Existe una "enfermedad" que nos afecta a todos por igual y que la Biblia la denomina pecado cuya única cura es este elemento fundamental para la vida. No importa nuestra edad, condición económica social, todos somos portadores de este mal que nos separa de Dios eternamente y que hace que nuestro destino sea la muerte ("por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios." Rom.3:23; "Porque la paga del pecado es muerte..." Tito 3:5
Dios no puede permitir el pecado en su presencia porque Él es puro, pero viendo nuestra incapacidad de acercarnos a Él y librarnos del pecado nos mostró su amor y nos ofreció una solución.
("Mas Díos muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Rom.5:8; "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16). La Biblia también dice "que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados".
Heb.9:22 y el único hombre que vivió en la tierra que reunía todos los requisitos necesarios para salvar al mundo con su sangre, fue Jesús, el hijo de Dios. Él nunca cometió pecado y se ofreció a morir por nosotros en la cruz y al tercer día resucitó de los muertos.
Su sangre es la única que nos limpia de todos nuestros pecados y nos permite acercarnos a Dios ("La sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado." 1ª Juan 1:7; "Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre", Ap.1:5).
Si en este día comprendiste que eres un pecador y que estás separado de Dios eternamente tienes que hacer dos cosas:
1) Creer que sos un pecador y que Cristo ofreció su preciosa sangre para salvarte, (Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y fue sepultado, y resucitó al tercer día, conforme a las escrituras", 1ª Cor. 15:3 y 4).
2) Recibir por fe el regalo que Dios te ofrece, el perdón de tus pecados, la salvación de tu alma y la vida eterna con Él ("el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida", Juan 5:24)
¿Cómo puedes hacerlo? Simplemente a través de una oración. Decile así: "Dios, en este día reconozco que soy un pecador y te pido que me perdones y que me limpies con la sangre de Cristo, recibo a Jesucristo como mi personal. Amén."
Si haz hecho esta oración con convicción, ahora eres un hijo de Dios y tienes asegurada la vida eterna en su presencia. ("Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" Juan 1:12; "... mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús señor nuestro." Rom 6:23)
Patricia B Lucia