Escrito por: Alberto: www.elgarinense.com 22 julio 2011

Te alabare; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado... ¡Cuan preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuan grande es la suma de ellos!   Salmo 139:14-17
     Un Dios admirable
    ¡Cuan maravilloso son las obras de Dios! La creación me deja sin palabra, pues manifiesta tanto el poder como la infinita sabiduría de Dios, Pero estoy aun más sorprendido y admirado de que Dios haya amado a una criatura tan rebelde e ingrata como yo. Tengo una viva esperanza y una firme confianza en Dios, las cuales están basadas en lo que el hizo por mi.
      En efecto, lleno de misericordia a Dios me busco cuando yo no quería saber nada de el. El hecho de haberlo ofendido debería hacer que me odiase y me rechazase. Pero sucedió todo lo contrario: Dios quiso pagar el gran precio para reconciliarme con el. En Jesucristo veo a Dios en la condición de hombre, quien sufrió y murió por mí que soy indigno, para hacerme justo, cosa que no hubiese podido hacer por mi mismo. Debido al sacrificio de Cristo, ese Dios "Misericordioso y clemente" (Salmo 103:8) Manifiesta su misericordia hacia los que creen. La tuvo conmigo; y ante el mis pretendidos meritos no sirven para nada. Ahora puedo contar con el como un niño lo hace con su padre. Se que no es tan solo el todo poderoso creador, sino que se interesa y tiene su mirada puesta especial y continuamente en mi. Si, ¡Dios me ama!
     Pero, lector, ¡No piense por eso que tengo suerte! Dios no hace distinción de personas; pago el mismo precio por todos, y ofrece a cada uno su gracia. ¡También desea que usted pase a ser un hijo!
Extraído de La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
Para consulta enviar email: advriv_13@hotmail.com

- Copyright © 2014 EL GARINENSE - Powered by Blogger - Designed by CamiAnabelOk -