Escrito por: Alberto: www.elgarinense.com 03 julio 2013

Mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán rodos los días de mi vida. Salmo 26:5-6 (Jesús dijo:) Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10 La vida en abundancia Mientras regaba mi jardín, observé un abejorro en una flor de mi hibisco de la variedad blanca. Esta es una gran flor cuya base tiene toques de color rojo; en el centro se erige un gran pistilo recubierto de polen con una blancura resplandeciente. El abejorro negro llego y se dirigió al corazón de la flor para extraer su néctar poco a poco se cubrió de polen: primero las patas, luego las alas, la cabeza y todo el cuerpo. Después de haber dado dos vueltas alrededor del pistilo, se fue completamente blanco debido al polen. Al verlo partir pensé maravillado: ¡Que riqueza hay en la naturaleza! desde las plantas hasta los animales, todo desbordada de variedad y vitalidad. Así debería suceder en la vida espiritual de los creyentes, que pueden ser ricas, variada, sin monotonía. Cuando estuvo en la cárcel, el apóstol Pablo pudo decir: "Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno" (Filipenses 4:18). ¿De dónde le venía ese sentimiento de abundancia? Tenía la seguridad de que Jesús el Hijo de Dios, lo amaba. Disfrutaba de su preciosa presencia. Con Jesús, Pablo era rico en su alma de modo que podía escribir a los creyentes: "Todo es vuestro, y vosotros de Cristo" (1 Corintios 3:22-23). El Señor desea que nuestra vida espiritual sea rica, prospera, volcada hacia él y hacia los demás. Dio su propia vida para enriquecernos; envió al espíritu santo para estar con nosotros y en nosotros. Desea que podamos decir la verdad: "mi copa esta rebozando".

- Copyright © 2014 EL GARINENSE - Powered by Blogger - Designed by CamiAnabelOk -