Las Flores de Bach son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar diversas situaciones emocionales, como miedos, soledad, desesperación, estrés, depresión y obsesiones. Fueron descubiertas por Edward Bach entre los años 1926 y 1934. El Dr. Bach era un gran investigador, además de médico y homeópata. Experimentó con diversas flores silvestres nativas de la región de Gales, en Gran Bretaña, de donde él era originario, hasta encontrar 38 remedios naturales, cada uno con propiedades curativas para distintos problemas emocionales. A estas 38 flores se les llaman Flores de Bach Grupo 1: Remedios para los que sienten temor Rock Rose Palabra clave: terror; pánico; espanto Rock Rose es el remedio indicado cuando se experimenta terror, ya sea que la persona esté sana o no. Por lo general, las personas que sufren éste estado mental están gravemente enfermas; el remedio es necesario en ocasiones como esa y cuando se ha producido en accidente o se escapó de él por un pelo. También resulta útil cuando la situación del paciente es tan grave que afecta a los que lo rodean. En otras palabras, toda vez que haya temor en la atmósfera, dé Rock Rose tanto al paciente como a sus allegados. Temor extremo o terror pueden asaltar a los que enfrentan una experiencia inesperada o no familiar. También es inducido por una visión terrorífica, como la de los cuerpos de víctimas de un accidente; por suerte sólo se trata de un estado mental temporario. Los chicos a menudo experimentan terror después de una pesadilla; siempre que se experimente un gran temor, cuatro gotas de Rock Rose en un poco de agua deben tomarse a intervalos frecuentes; pronto sedará y calmará al sufriente. Mimulus Palabras clave: temor o ansiedad de origen conocido. El temor de Mimulus es menos agudo que el terror absoluto de Rock Rose. Siempre responde a motivos conocidos. La mayoría de nosotros tiene temores pasajeros que querríamos disipar pero que a veces nos resultan difíciles de superar. Esos temores abarcan desde el miedo infantil a la oscuridad, esos son los temores de Mimulus que por fortuna el remedio puede curar de una vez por todas. Las personas Mimulus son tímidas y retraídas, por lo normal; tienden a ocultar sus ansiedades. A veces se cohíben para hablar, otras veces, pueden volverse locuaces para esconder un temor nervioso. Se ruborizan con facilidad u ocasionalmente pueden tartamudear. Cuando están enfermas se mueven lo menos posible por miedo a que el dolor empeore. A veces se convencen de la posibilidad de sufrir una enfermedad que les significará perder el trabajo. Durante la convalecencia tiene miedo de ejercitar un miembro lastimado o de levantarse de la cama después de una operación; por consiguiente, retrasan su recuperación.