El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia, y las responsables del Área de Políticas de Género, Marina Chávez y del Programa Provincial de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género, Lidia Tundidor, adhirieron esta semana a la campaña contra la violencia de género, que se viralizó en las redes sociales con la leyenda #Ni Una Menos.

“Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires estamos comprometidos con la defensa del derecho de toda mujer a vivir una vida sin violencia”, enfatizó Collia. Y explicó que, desde hace cinco años, por iniciativa del gobernador Daniel Scioli, se comenzó a capacitar al equipo de salud de la Provincia para la prevención y el “abordaje integral en Hospitales de víctimas de la violencia”.

Así, se dejó de registrar solo los efectos físicos de la violencia para notificar los casos como hechos de violencia de género. De este modo, “al tiempo que comenzó a construirse un registro epidemiológico de la problemática se comenzó a prestar asistencia, asesoramiento, ayuda psicológica y contención de la víctima en un sentido amplio”, explicó Collia.

Por su parte, la coordinadora del Programa Provincial de Prevención y Atención de la Violencia, Lidia Tundidor, anunció que el 20 de este mes se inicia un curso para capacitar a promotores, trabajadores de la salud y miembros de organizaciones de la comunidad para conformar las redes de acompañamiento en la ruta crítica de las mujeres víctimas de violencia en las regiones sanitarias V, VII y XII.

Asimismo se capacitaron 600 personas de los equipos sanitarios de la provincia de Buenos Aires en el abordaje de personas afectadas por la violencia, y durante este año se espera continuar con la formación de otras 800.

Los especialistas del Programa de Prevención de la Violencia que funciona bajo la órbita de Salud, explican que gran parte de las personas que sufren “violencias” sienten al sistema de salud como el único lugar donde pueden buscar ayuda. Es por eso que el equipo de salud cumple un rol privilegiado en la detección y atención del problema.

“Debido a la complejidad que implica el abordaje de esta problemática, se requiere que las intervenciones y acciones tengan un carácter interdisciplinario e intersectorial, propiciando la formación de redes que faciliten la comunicación entre el equipo de salud, la comunidad y los distintos sectores del Estado”, concluyó Tundidor.

TIPOS DE VIOLENCIA

La imagen de la mujer con el ojo morado y hematomas suele ser la típica expresión de la violencia de género. Sin embargo, los especialistas del ministerio de Salud de la provincia explicaron que, más allá de la violencia física existen muchas otras maneras de ejercerla, y mencionan a modo de ejemplos la violencia sexual, económica y psicológica.

A su vez, agregaron que existen diferentes modalidades de violencia entre las que se destaca la violencia familiar o intrafamiliar. La violencia institucional, en tanto, es aquella que realizan los funcionarios, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar u obstaculizar el acceso a las políticas públicas y al ejercicio de sus derechos.

La llamada violencia laboral, por otra parte, es la que se expresa con acciones de discriminación en el trabajo que obstaculizan su acceso al empleo, el ascenso y la estabilidad laboral. Existen también expresiones las violencias contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática.

Tundidor llamó al compromiso social de los ciudadanos al expresar que “por tratarse de la defensa de los derechos humanos, la eliminación de toda forma de violencia contra las mujeres constituye una responsabilidad de los tres poderes del Estado en todas sus jurisdicciones pero también de todos y todas en nuestra vida cotidiana”