Días pasados en oportunidad de hacer una visita al establecimiento Municipal de Belén de Escobar , observé que un grupo de concurrentes, seguramente realizando también trámites, al encontrarse en el playón central del estacionamiento de vehículos se saludaron y entablaron alguna contingente conversación, cuando de pronto un funcionario tan conspicuo como incivil que pasaba por ese lugar, reprendió a estos ciudadanos escobarenses, con el argumento de que no se podía ocupar ese lugar, ¿porqué?, vaya uno a saberlo.
Si bien es cierto que el pueblo no gobierna sino a través de sus representantes, no es menos cierto que las acreencias, los bienes Municipales son de uso inalienable para sus contribuyentes es así, siempre que no se estén cometiendo transgresiones a las normas establecidas, que presumo que por estas simples circunstancias nadie las cometía.
Queda entonces como moraleja que ciertamente se cumple así el incontrastable y acertado proverbio chino...................