La semana pasada ocurrió un hecho que es casi habitual, en las diferentes formaciones de trenes que pasan por la ciudad, en esta oportunidad un niño fue alcanzado por una piedra arrojada al paso de la formación.
El pasado martes 13 de octubre, en la formación férrea que venia de Victoria y se dirigía hacia Matheu, viajaban muchas personas, entre las que se encontraba un padre con su hijo de alrededor de 8 años de edad.
El chico venia durmiendo en los brazos de su padre del lado de la ventanilla en el sector izquierdo del tren, cuando la formación pasaba por el paso a nivel de la calle Zabala en Garín, algún sujeto, que no fue identificado, estaba apostado sobre la calle Zabala, arrojo un elemento contundente que impacto en la cara del chiquito.
El nene estaba herido en el ojo derecho, quien fue asistido por personal policial de la policía federal que estaba en el tren, una vez llegados a la estación de Garín, el padre del chico llevo al niño hasta el Centro de Salud acompañado por un efectivo de la federal y otras personas.
Este hecho indigno mucho a los pasajeros del tren, ya que la victima fue un niño de tan poca edad, luego regreso el policía y el tren prosiguió con su marcha.
En dialogo con algunos pasajeros nos decían que esto es muy habitual que sucede, que le arrojen piedras al paso del tren, y es por eso que ya casi no se puede viajar con las ventanillas abiertas, por el temor de que un elemento contundente ingrese al tren e hiera a alguien.
Una mujer nos decía "mira esta cicatriz que tengo es de un piedrazo que me pagaron cuando viajaba en el tren", nos mostraba una marca cerca del ojo, lamentablemente esto tiene que ver con una cuestión social y de falta de sentido común, ya que no se puede solucionar si no es con una buena educación de los chicos que tiran estas piedras, porque en muchas oportunidades observamos como chicos de diferentes edades arrojan piedras con presencia de algunos adultos y estos no les dicen nada, y esto sucede en todas parte, desde victoria hasta Matheu.