LOS EMPLEADOS ESTATALES Y SU LUCHA

Esta semana ha sido bastante conflictiva, en relación a los empleados estatales y el cobro del aguinaldo en cuatro cuotas, notificado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Para los que no acabamos de saber lo suficiente sobre las internas peronistas, a pesar de sentirse como tal. Nos encontramos frente al dilema de preguntarnos por dónde realmente puede estar la raíz del problema. Si ésto es un problema político o si éste es un problema de gestión.
Sí creo, que estamos viviendo un momento en el que se propone un proyecto de país, con políticas que podríamos llamar progresistas. Si es que por progresismo definimos a aquellas acciones que tiendan a la defensa de las libertades individuales y la presencia del estado para garantizar la inclusión de todos y proteger a los que menos tienen, lo que muchos llaman “el estado benefactor”.
Entonces, si tengo en cuenta esa manera de ver las políticas del Estado Nacional, me voy a tomar el atrevimiento, de considerar, a pesar de mi ignorancia, que este conflicto tiene que ver con las dos cosas. En primer lugar, la mala administración de la provincia, bajo el ala de “no conflicto” y la “no confrontación” y la “victimización”. Y para no tener conflictos tardan años en actualizar los impuestos para el sector más rico de la provincia, el campo. Y mientras tanto los trabajadores seguimos pagando impuestos. Casi iguales a los que ostentan propiedades de más de un millón de dólares. Pero si pienso en las palabras de nuestro gobernador, desde sus inicios, no dejan de ser siempre las mismas frases hechas, pero alejadas de las ideas progresistas que plantea el gobierno nacional. Y ahí creo que esta el conflicto político, quizás, las dos personas más “fuertes” políticamente hablando, Cristina Fernández y Daniel Scioli, tienen dos ideas de país distintas. Por un lado ideas progresistas y por otro lado ideas liberales, éstas últimas con resultados más que inolvidables en nuestro país.
El porqué fueron aliados y ahora no lo son. Son preguntas que no tengo capacidad intelectual para poder responder.
Y mientras tanto, los empleados estatales bonaerenses, son los primeros perjudicados. Y estas reacciones individualistas, terminan menoscabando el derecho de los que menos tienen posibilidades de tomar la palabra: los pibes de las escuelas, los pacientes de los hospitales. La pregunta, como trabajadora estatal, como docente, que está afiliada a los 3 gremios, que no hace paros desde el año 2007, es, si la mejor manera de pelear por los derechos de los trabajadores es dejar a los pibes sin clases. Quizás sea la única manera posible, pero creo que nos debemos un verdadero debate al respecto, porque se contradice la defensa de la educación pública con dejar a los que menos tienen sin clases.