Los jóvenes ante el alcohol y las drogas

El consumo de alcohol y de drogas por los jóvenes viene preocupando a las familias que no saben como reaccionar ante un tema que como hijos en su adolescencia no vivieron. El alcohol y su consumo excesivo ya parece normal. En todos los barrios se encuentran jóvenes que se han pasado de rosca. O sea , que habiendo empezado temprano en edad han quedado pegados a las drogas o que se emborrachan muy seguido. Hoy el consumo de alcohol por chicos es considerado prácticamente normal. Y no lo es. La joven que fue violada hace un par de semanas a la salida de un boliche estuvo hasta altas horas de la madrugada. Tenía 16 años. Nadie notó que por su edad debía estar en su casa. O a nadie le importó.

Ya nos parece normal que los jóvenes se emborrachen y lleguen a casa dados vuelta. Y que duerman hasta pasado el mediodía siguiente. Si se trata de una salida del sábado la mesa del domingo a mediodía tiene vacantes. Están durmiendo la mona. Y la familia se resigna. Nadie quiere aparecer como autoritario. Como si se desubicara.

Y es que estos cambios se dan a gran velocidad y nos desconciertan. Como si fijar normas fuera una dictadura. Se ignoran los riesgos que encierra el consumo exagerado. Pero después, ante las consecuencias, nos preguntamos si no debíamos haber intervenido antes.

Un joven al volante que haya consumido alcohol o drogas constituye una bomba en potencia. Los accidentes, que aumentan en los fines de semana los protagonizan jóvenes al volante de un auto o de una moto. Y las mas de las veces traen serios problemas.

Prevenir estos accidentes es un deber de todos. Y una responsabilidad de las autoridades municipales. A las que les hemos planteado hacer cursos de prevención de alcohol y drogas para preparar agentes en estos temas. Que extiendan sus conocimientos a las escuelas que son el sitio natural de la prevención, del cuidado de unos a los otros. Y nos han contestado que ya se están ocupando. Pero no se ve y en cambio es mucho lo que se necesita hacer. Porque además de las escuelas hay que cubrir los clubes. Y las sociedades de fomento. Porque hay que hacer de la prevención un proyecto común..

Ricardo Grimson
Fundación de Prevención Social
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